La casa Schneider, se emplaza en la quinta, citada con el n° 26 del plano fundacional de la ciudad de Lautaro del año 1900.
Emplazada en las intersecciones de av. Brasil que por esos años se llamaba av. exterior y calle Bilbao por esos años también llamada calle del Llaima
la quinta corresponde a uno de los tantos terrenos, que el gobierno de esa época cedía a los colonos otorgando títulos definitivos de propiedad previo cierre y construcción en el mismo.
La propiedad de la quinta primero perteneció a la familia de colonos franceses Chateau quienes la ocupaban como quinta de recreo.
El segundo propietario de la quinta fue el inmigrante suizo de nombre Otto Schalchi, quien era el técnico a cargo de la mantención de las maquinas de la antigua fábrica de hilados y tejidos de don Francisco Faesch Brunner, llegando también a ser socio de la empresa. fue entonces este segundo propietario quien mando a construir la casa en la quinta de su propiedad hacia el año 1920. Luego que la fábrica de lanas comienza a decaer el señor Schalchi, por el año 1940 vende la propiedad de la quinta al también inmigrante suizo señor Martín Schneider Kerh, permaneciendo esta en propiedad de sus herederos directos hasta nuestros días.
Descripción arquitectónica:
La vivienda se alza de manera aislada sobre un entorno verde, de baja densificación en la periferia de la ciudad, en una quinta que limita con el borde cerro el cual dista a pocos metros de la casa y actúa como telón de fondo para la ciudad. La vivienda se emplaza frente al giro o curva que hace av. Brasil antes de llegar a calle Bilbao lo que a la distancia permite que la casa actué como remate visual otorgándole gran jerarquía y protagonismo sobre su entorno condición que se refuerza con sus techumbres de fuertes pendientes que tensionan verticalmente el volumen.
Se compone de un volumen mayor techado a dos aguas, con una fuerte pendiente que toma gran altura hacia la cumbrera. El volumen mayor se articula en uno de sus extremos de manera perpendicular con otro volumen de menor altura también a dos aguas pero siempre con la misma pendiente, el cual ayuda a marcar el acceso principal que se cubre a través de un pequeño alero que rompe el plano de la fachada, reforzado además por las dos lucarnas que emergen de la techumbre frente a este. En su cara norte el bow window rompe el plano de la fachada y se dispone simétricamente en el centro de esta, lo que sumado al balcón y sus chimeneas realzan la composición volumétrica de la vivienda.
Desde el acceso principal se llega a un gran espacio núcleo o repartidor que organiza la vivienda, a este espació núcleo lo circundan todas las dependencias que se abren a él, uno de los bordes de este sirve de apoyo para la escalera, bajo la cual se organiza un corredor que reparte los servicios. Tras la escalera aparece el salón principal que realza su calidad espacial con el bow window que se abre hacia la cara norte aprovechando la luz solar. Esta misma organización espacial en torno a un espacio mayor se repite en el segundo piso todos los dormitorios se abren perimetralmente al núcleo que actúa de sala de estar.